jueves, 5 de enero de 2023

ASALTO AL CAPITOLIO: 1 AÑO DESPUÉS


ANTECEDENTES

El 4 de noviembre, mientras aún se contaban las papeletas y 3 días antes de que los medios estadounidenses anunciaran a Joe Biden como ganador de las elecciones de 2020, Trump proclamó su victoria y denunció “un fraude al público estadounidense”.

A continuación, se creó un grupo de Facebook llamado #StopTheSteal ("Paren el Robo"), que se convirtió en uno de los de más rápido crecimiento en la historia de la red social. Muchos de los mensajes publicados en él se centraban en denuncias no probadas de fraude electoral masivo, incluidos relatos fabricados que afirmaban que habían aparecido votos de miles de personas muertas y las máquinas de votación habían sido trucadas para atribuirle a Biden los votos de Trump. Otros eran aún más alarmantes. Abogaban directamente por una "guerra civil" o una "revolución". Facebook terminó cerrando el grupo, pero este ya había generado casi medio millón de reacciones y comentarios. Pronto otros grupos brotaron en su lugar.

El 7 de noviembre los principales medios de comunicación estadounidenses declararon a Biden como ganador.

Los seguidores de Trump planearon una manifestación en Washington para el 14 de noviembre, a la que bautizaron como la "Marcha del Millón MAGA", por el acrónimo del lema de campaña de Trump: "Make America Great Again”.

Brian Levin, investigador del fenómeno del extremismo en Estados Unidos, lo bautizó como "el estreno de la insurgencia pro Trump".

Los grupos de extrema derecha predominaron en el evento.

[De acuerdo con el Acta De Prevención Del Terrorismo Doméstico De 2019, el Congreso de los EE.UU. considera a los supremacistas y otros extremistas de extrema derecha como las amenazas más significativas del terrorismo doméstico que enfrenta el país.]

Se identificaron a miembros del grupo extremista y antiinmigrantes Proud Boys, milicias de ultraderecha y defensores de las teorías de la conspiración.

El grupo de extrema derecha especialmente presente en los sucesos del asalto al Capitolio y en los eventos en torno a Trump, es Qanon.

¿Qué es Qanon?

La letra “Q” hace referencia a un alto nivel de seguridad del Departamento de Energía estadounidense y el término “Anon” es la abreviatura de “anonymous” (anónimo en castellano).

El origen se remonta a octubre de 2017. En el foro 4chan un usuario llamado “Patriota Q” comenzó a publicar mensajes, supuestamente “secretos”, que afectaban al Gobierno de Estados Unidos. Con el paso del tiempo, las publicaciones sobre QAnon pasaron a otro foro, 8chan, que en 2019 cambió de nombre a 8kun, hasta llegar a redes sociales como Facebook y Twitter y canales de Telegram.

Los mensajes de “Q” se conocen como “drops” (gotas) y estas contienen “breadcrumbs” (migas), una serie de pistas que los usuarios deben “hornear” para conseguir unas “pruebas”. Estas supuestas evidencias servirían para demostrar la existencia de un “Estado profundo” liderado por los demócratas y otras celebridades de una “secta satánica” que trafican con niños, los violan y los asesinan para beber su sangre y vivir durante más tiempo. Joe Biden, Hillary Clinton, Barack Obama, Bill Gates, Tom Hanks, George Soros, Oprah Winfrey, y el Papa Francisco son solo algunos de los considerados como “villanos” por los que defienden la teoría conspiranoica.

QAnon relaciona a Donald Trump como el supuesto “salvador” frente a la “secta satánica.

Además de promover bulos sobre las élites estadounidenses, los seguidores de esta teoría de la conspiración también han compartido numerosas desinformaciones relacionadas con figuras como la de John F. Kennedy Junior, hijo del presidente asesinado en 1963, y sobre la pandemia de Covid-19. 

El FBI la han catalogado como una “amenaza terrorista doméstica”, de acuerdo con un boletín de inteligencia.


Ron Watkins, hijo de Jim Watkins, el hombre detrás de 8chan y 8kun, cobró importancia para el colectivo que no aceptaba la victoria de Biden.

Además, Powell y Wood, los dos abogados más cercanos a Trump declararon para Fox News que “liberarían al Kraken”, haciendo referencia a que presentarían pruebas de fraude electoral. Pero no tuvieron éxito en los tribunales.

A medida que se acumulaban los reveses judiciales, los activistas de extrema derecha empezaron a señalar cada vez más a las autoridades y empleados del sistema electoral.

  • Un empleado de Georgia recibió amenazas de muerte, e incluso funcionarios republicanos encargados de velar por el proceso electoral en el Estado fueron etiquetados como "traidores" en foros digitales.
  • En Detroit, Michigan, a comienzos de diciembre de 2020, unos 30 manifestantes se congregaron delante de la casa de la secretaria de Estado, la demócrata Jocelyn Benson,  con pancartas, gritando con megáfonos: "Paren el robo".
  • En Georgia, un flujo constante de partidarios de Trump pasaba en coche frente a la casa del secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger. Su mujer recibió amenazas de violencia sexual.
  • En Arizona, los manifestantes se reunieron frente a la casa de la secretaria de Estado, la demócrata Katie Hobbs.

El 12 de diciembre tuvo lugar en Washington una segunda concentración bajo el lema "Paren el Robo". Miles de personas acudieron, incluyendo destacados activistas de extrema derecha, seguidores de QAnon, grupos MAGA y grupos paramilitares.

El Colegio Electoral certificó el triunfo de Biden, completando así uno de los últimos trámites requeridos para que el candidato demócrata asuma la presidencia.

En los foros digitales, los seguidores de Trump se resignaban a que todas las vías legales habían llegado a un punto muerto.

El 17 de diciembre, en una serie de videos virales, Ron Watkins sugirió que Trump siguiera el ejemplo del líder de la antigua Roma Julio César, y capitalizara la "fiera lealtad del Ejército" para "restaurar la República".

Watkins abogó por que Trump invocará la Ley de Insurreción, que le da al presidente poderes para desplegar al Ejército y otras fuerzas federales.

Trump se reunió con Powell, Flynn y otros en un comité de estrategia en la Casa Blanca el 18 de diciembre.

Cientos de publicaciones en "TheDonald", un popular sitio pro Trump, discutían abiertamente la posibilidad de levantar barricadas, y llevar armas de fuego y de otro tipo a la marcha, en claro desafío a las estrictas leyes sobre tenencia de armamento de Washington.

También se habló de asaltar el Congreso y arrestar a sus miembros "traidores".

 

¿QUÉ PASO EN EL ASALTO AL CAPITOLIO?

Seguidores del presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio (la sede del Congreso estadounidense en Washington DC) mientras se llevaba a cabo el proceso de certificación de los votos de las elecciones del 3 de noviembre de 2021.

El Capitolio sólo había sido asaltado una vez anteriormente, en 1814.

Luego de un mitin masivo frente a la Casa Blanca en el que también participó Donald Trump, cientos de manifestantes marcharon hacia el Capitolio para denunciar lo que consideran un fraude electoral del que no hay pruebas y que ha sido rechazado por jueces en todas las instancias. Tras enfrentarse a la policía en las afueras del edificio, algunos lograron entrar en el recinto, lo que llevó a suspender las sesiones de los legisladores y bloquear los accesos a los salones del Senado y la Cámara de Representantes.

En imágenes difundidas en internet se podía ver a los extremistas partidarios del presidente en el interior del hemiciclo del Senado.


Cronología de los sucesos del 06/01/2021

08:17

Trump alega fraude electoral en su cuenta de Twitter.

Fuente: BBC 

 10:58

Miembros del movimiento Proud Boys se dirigen al Capitolio.

12:00

Trump comienza su discurso en Washington. Afirma: “sé que todos aquí pronto marcharán hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica"; “nunca nos rendiremos”.

12:53

Una multitud se va reuniendo a las afueras del Capitolio. Comienzan a dirigirse hacia la barrera policial. La policía, superada en número, intenta contenerles. La multitud grita: “¡luchad por Trump!”.

Minutos después comienza la sesión de la Cámara de Representantes.

13:10

Trump termina su discurso: “Nosotros peleamos. Luchamos como el infierno y si no luchas como el infierno, ya no vas a tener un país.”

Poco después, la policía pide refuerzos y envía una advertencia de evacuación.

13:45

Los manifestantes pasan la barrera policial.

Minutos después, un oficial declara que hay un motín en el Capitolio.

14:13

Los servicios secretos evacúan a Mike Pence rápidamente de la cámara del Senado. La sesión de la Cámara de Representantes es detenida y los congresistas buscan refugio.

14:24

Trump tuitea sobre Mike Pence acusándolo de cobarde por no hacer lo que “debería hacerse para proteger el país y la Constitución”.

       Fuente: BBC 

Se reanuda la sesión de la Cámara de Representantes. Pero, minutos después, se vuelve a detener y se dice a los senadores que se escondan.

14:26

T. Tuberville, senador por Alabama, ha dicho que avisó a Trump de que su vicepresidente Pence había sido evacuado de la cámara del Senado.

14:41

Ashli Babbit, una mujer seguidora de la ideología Qanon, es abatida.

Los manifestantes llegan al interior de la Galería del Senado.

15:13

Trump tuitea pidiendo a la gente que “se mantengan pacíficos”.

16:17

Trump publica un video indicando a los manifestantes que se vayan a sus casas.

Trump compartió un video en la misma red social en la que pidió a los manifestantes que se marcharan a casa, no sin antes insistir en su idea de que las elecciones fueron "un robo".

"Conozco su dolor. Sé que sufren", se le oye decir. "Pero se tienen que ir a casa ahora".

"Debemos tener paz. Debemos tener ley y orden. Esto fue una elección fraudulenta, pero no podemos hacerles el juego. Tenemos que tener paz".

18:00

La alcaldesa de Washington DC anunció un toque de queda que entró en vigor a las 18:00 hora local (23:00 GMT).

Después de que la policía confirme la muerte de Ashli Babbitt, Trump tuitea refiriéndose a los que asaltaron el Capitolio como “grandes patriotas" y abundaba una vez en su falsa teoría de que les elecciones le fueron robadas, lo que le valió que Twitter le bloqueara la cuenta por 12 horas.

   Fuente: BBC 

Twitter, Youtube y Facebook retiraron el video por incitación a la violencia y por avivar la teoría de fraude electoral.

"Nunca concederemos, nunca aceptaremos la derrota", subrayó desafiante ante una multitud que gritaba "¡luchemos por Trump!".

Desde filas demócratas y republicanas se exigió igualmente el fin de la violencia y hubo voces que reclamaron la puesta en marcha de un proceso de impeachment para sacar a Trump del poder.

En julio de 2022, el comité que investigaba el ataque reprochó al expresidente de Estados Unidos Donald Trump para no frenar el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El foco estuvo puesto en los 187 minutos que pasaron desde que Trump arengó a la multitud a hacerse oír en el Capitolio hasta que a las 16:17 de esa tarde colgó un vídeo en Twitter donde les dijo por primera vez que debían abandonar la sede del Congreso.


LA ACTIVIDAD ONLINE AVISÓ DE LO QUE VENÍA

Más allá de identificar y arrestar a los participantes en el asalto, el Departamento de Justicia, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias investigan si hubo una planificación previa del ataque y quiénes fueron los organizadores.

A esto se le suma la acusación de un grupo de congresistas demócratas que sospechan que los asaltantes pudieron haber contado con el apoyo de algunos de sus colegas de la bancada republicana.

La demócrata por Nueva Jersey Mikie Sherrill, que difundió un video en el que contó que el día 5, víspera de la violenta jornada, vio varias personas dentro del Capitolio en visitas guiadas que describió como "giras de reconocimiento" para el día siguiente.

Los congresistas recuerdan que debido a la pandemia las visitas del público al Capitolio han sido canceladas y por tanto solo miembros del Congreso (legisladores u otros miembros del personal) podrían haber facilitado el acceso a ese grupo de personas.

Sherrill y una treintena de congresistas demócratas firmaron una carta dirigida a los responsables de seguridad del Capitolio en la que exigen que se investigue ese detalle.

"Miembros del grupo que atacó el Capitolio parecen haber tenido un conocimiento inusualmente detallado del plano del complejo del Capitolio. La presencia de estos grupos en el Capitolio el día anterior es sin duda sospechosa", apuntan los congresistas demócratas en la carta.

Otros observadores se han sorprendido también por la aparente facilidad con la que algunos de los asaltantes se movían dentro del Capitolio para lo laberíntico que es.

El fiscal interino de EE.UU. para el Distrito de Columbia, Michael Sherwin, reveló que la investigación apunta a que el objetivo de la turba era "secuestrar y asesinar a legisladores".

El hecho de que muchos de los violentos seguidores de Trump llevaran esposas y amarres de plástico para inmovilizar a alguien apunta en esa dirección.

Para organizaciones que monitorean las actividades de grupos radicales y de extrema derecha en internet, la violencia del pasado 6 de enero no fue una sorpresa y las autoridades debían haber estado mejor preparadas.

SITE International Group, una firma especializada en suministrar información a gobiernos e instituciones mundiales sobre amenazas terroristas o de grupos extremistas, publicó un exhaustivo artículo sobre los indicios que existían de una posible revuelta.

"Muchos todavía no entienden lo abiertamente que se planificó la revuelta del Capitolio. Llegó después de un mes de estrategias e incitaciones rampantes a 'atacar y ocupar' el Congreso y secuestrar/arrestar a legisladores", escribió en Twitter Rita Katz, directora de SITE.

Grupos como la Coalición para una Internet más Segura, Advance Democracy o Alethea también alertaron, antes del día 6, sobre las conversaciones que tenían lugar online de cara a la marcha en Washington DC.

El intercambio de mensajes se producía en plataformas frecuentadas por seguidores de Trump como TheDonald.win o Parler, pero también en redes de uso más extendido como Facebook o Twitter, donde etiquetas como #StormTheCapitol ("Ataquemos el Capitolio") o #StopTheSteal ("Detengan el robo") animaban a la movilización.

Hay quien dice que la planificación previa le quita responsabilidad a Trump por lo que dijo en el discurso del día 6, a lo que otras personas responden que fue el propio presidente el que alentó esos preparativos al invitar a sus seguidores a acudir al mitin con estas palabras: "¡Estén allí! ¡Será salvaje!".


CONSECUENCIAS

El 8 de enero, Twitter comenzó a bloquear las cuentas de algunos de los seguidores más influyentes de Trump, que habían estado difundiendo teorías conspiratorias y animando a las acciones directas para revertir la victoria de Joe Biden en las elecciones.

El presidente fue expulsado permanentemente de Twitter debido al "riesgo de más incitación a la violencia" y se quedó sin poder lanzar sus mensajes a los que tenía acostumbrados a los más de 88 millones de seguidores de su cuenta.

Más de 700 manifestantes han sido acusados con cargos que van desde planear un ataque para impedir la confirmación oficial de la victoria electoral del presidente Joe Biden el 6 de enero de 2021 hasta agredir a la policía. Hasta ahora, 165 se han declarado culpables —4 de ellos se arriesgan a una condena de 20 o más años de cárcel— y 71 han sido condenados con penas que alcanzan los 5 años de prisión, según datos del Departamento de Justicia.

En paralelo al trabajo del Departamento de Justicia, una comisión de la Cámara de Representantes lleva 6 meses investigando lo que ocurrió en esa aciaga jornada, con especial interés en el papel de Donald Trump y su entorno durante la jornada del asalto.

El Departamento de Justicia es el encargado de presentar los cargos penales relacionados con el asalto, pero la comisión de investigación del Congreso —formada por 7 demócratas y 2 republicanos—, puede recabar pruebas de un posible delito y recomendar a la Justicia que actúe. También puede perseguir casos de perjurio, intimidación a testigos o desacato al Congreso de personas que desafían sus citaciones.

La cantidad de vídeos de vigilancia, de las cámaras de agentes de seguridad, y de los propios asaltantes en las redes sociales, derrumban las defensas de los simpatizantes de Donald Trump que pusieron en jaque al Capitolio ese día. En las violentas imágenes se puede ver que entre los más de 800 sublevados había algunos armados con hachas, bates de béisbol, palos de hockey y otras armas. El ataque dejó 5 muertos y 140 agentes heridos.

Robert Palmer, de 54 años, acusado de atacar a la policía que trabajaba para contener a la turba, en diciembre se le impuso una condena de 5 años y 4 meses de cárcel, la pena máxima de momento a un procesado por el asalto.

Jacob Chansley, apodado como “el chamán de QAnon [un movimiento de teorías conspirativas]”, ataviado con una cornamenta y una piel de oso y el pecho al descubierto. Le han caído 3 años y 5 meses de cárcel tras declararse culpable.

En diciembre de 2022, el comité del Congreso que investigaba el 6 de enero cierra 18 meses de trabajos con una votación unánime que, por primera vez en la historia, recomienda al Departamento de Justicia hacer responsable penalmente a un expresidente. Lo consideran culpable de cuatro delitos, con los cargos de incitación a una insurrección, de conspiración para emitir un falso testimonio y para defraudar a Estados Unidos y de obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, es decir, de la votación para certificar el triunfo del presidente Joe Biden, que se tenía que celebrar pacíficamente aquel día y que interrumpió una turba violenta al término de un mitin de Trump en Washington.

El 22 Diciembre 2022 publicaron el informe de 845 páginas sobre el asalto al Capitolio de Estados Unidos. El panel del Congreso realizó más de 1.000 entrevistas y 10 audiencias públicas antes de recomendar cargos penales contra el expresidente Donald Trump.

Ha recomendado que el Congreso apruebe un mecanismo que impida al exmandatario volver a presentarse a unas elecciones. Ha pedido a las comisiones “con jurisdicción” que consideren la creación de un “mecanismo formal” que pueda impedir ocupar un cargo federal o estatal a quienes vulneren la décimo cuarta enmienda de la Constitución. Dicha enmienda señala que cualquier persona que haya jurado cumplir la Constitución y se haya visto envuelto en una “insurrección” o haya “ayudado a los enemigos de la Constitución” puede ser “descalificado para ocupar en un futuro cargo público.

17 conclusiones clave del informe, recogidas por eldiario.es:

  1. Desde la noche de las elecciones hasta el 6 de enero y más allá, el presidente Donald Trump difundió deliberadamente falsas acusaciones de fraude relacionadas con las elecciones presidenciales de 2020 para intentar anular las elecciones y con el propósito de solicitar donaciones de dinero. Estas afirmaciones falsas incitaron a sus partidarios a la violencia el 6 de enero.
  2. A sabiendas de que él y sus partidarios habían perdido docenas de casos en los tribunales sobre sus denuncias electorales, y a pesar de que sus propios asesores refutaron sus afirmaciones de fraude electoral y le instaron a reconocer su derrota electoral, Trump se negó a aceptar el resultado legal de las elecciones de 2020. En lugar de cumplir con su obligación constitucional de “velar por la fiel ejecución de las leyes”, Trump conspiró para anular el resultado de las elecciones.
  3. A pesar de saber que tal acción sería ilegal, y que ningún Estado tenía o presentaría un resultado alternativo, Trump presionó de manera corrupta al vicepresidente Mike Pence para que se negara a contar los votos electorales durante la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero.
  4. Trump trató de corromper al Departamento de Justicia de Estados Unidos al intentar reclutar a funcionarios del departamento para que hicieran declaraciones deliberadamente falsas y así ayudar en su intento por anular las elecciones presidenciales. Después de que ese intento fracasara, Trump ofreció el puesto de fiscal general en funciones a Jeff Clark a sabiendas de que Clark tenía la intención de difundir información falsa destinada a anular las elecciones.
  5. Sin ninguna base probatoria y en contra de las leyes estatales y federales, Trump presionó ilegalmente a funcionarios y legisladores estatales para que cambiaran los resultados de las elecciones en sus Estados.
  6. Trump supervisó un intento para obtener y transmitir certificados electorales falsos al Congreso y a los Archivos Nacionales.
  7. Trump presionó a miembros del Congreso para que se opusieran a las listas válidas de electores (los que formalizan el resultado) de varios Estados.
  8. Trump corroboró a sabiendas información falsa presentada ante tribunales federales.
  9. Basándose en alegaciones falsas de que las elecciones habían sido robadas, Trump convocó a decenas de miles de partidarios en Washington para el 6 de enero. Aunque estos partidarios estaban enfadados y algunos iban armados, Donald Trump les ordenó marchar al Capitolio el 6 de enero para “recuperar” su país.
  10. Sabiendo que se estaba produciendo un ataque violento contra el Capitolio y sabiendo que sus palabras incitarían a más violencia, Trump envió un mensaje en las redes sociales condenando públicamente al vicepresidente Pence a las 14:24 horas del 6 de enero.
  11. A sabiendas de que se estaban produciendo actos de violencia en el Capitolio, y a pesar de su deber de velar por el fiel cumplimiento de las leyes, Trump se negó durante varias horas a responder a las reiteradas peticiones de que ordenara a sus violentos partidarios que se dispersaran y abandonaran el Capitolio, y en su lugar observó por televisión cómo se desarrollaba el violento ataque. Esta inacción intensificó la violencia en el Capitolio y obstruyó el procedimiento del Congreso para contar los votos electorales.
  12. Cada una de estas acciones de Trump fue tomada en apoyo de una conspiración de varias partes para anular los resultados legales de las elecciones presidenciales de 2020.
  13. La comunidad de inteligencia y los organismos encargados de hacer cumplir la ley sí detectaron la planificación de posibles actos de violencia el 6 de enero, incluida la planificación específicamente por parte de los grupos milicianos Proud Boys y Oath Keepers que finalmente dirigieron el ataque contra el Capitolio. A medida que se acercaba el 6 de enero, los servicios de inteligencia identificaron específicamente el potencial de violencia en el Capitolio de Estados Unidos. Esta inteligencia fue compartida dentro del poder ejecutivo, incluso con el Servicio Secreto y el Consejo de Seguridad Nacional del presidente.
  14. La inteligencia recopilada antes del 6 de enero no apoyó la conclusión de que Antifa u otros grupos de izquierda probablemente participarían en una contramanifestación violenta o atacarían a los partidarios de Trump el 6 de enero. De hecho, la inteligencia del 5 de enero indicaba que algunos grupos de izquierda estaban dando instrucciones a sus miembros para que “se quedaran en casa” y no asistieran a las concentraciones del 6 de enero. En última instancia, ninguno de estos grupos de izquierda estuvo involucrado de ninguna manera sustancial en el ataque al Capitolio el 6 de enero.
  15. Ni la comunidad de inteligencia ni las fuerzas del orden obtuvieron información de inteligencia antes del 6 de enero sobre el alcance total de la planificación en curso por parte del presidente Trump, John Eastman, Rudolph Giuliani y otros aliados para anular los resultados electorales certificados. Dichas agencias aparentemente no anticiparon (y potencialmente no podían anticipar) la provocación que Trump ofrecería a la multitud en su discurso en el parque de la Elipse, que Trump instruiría “espontáneamente” a la multitud para marchar hacia el Capitolio, que Trump exacerbaría los disturbios violentos con su tuit de las 14:24 condenando a Pence, o la escala completa de la violencia y la anarquía que sobrevendrían. Las fuerzas del orden tampoco anticiparon que Trump se negaría a ordenar a sus partidarios que abandonaran el Capitolio una vez iniciada la violencia. Ningún análisis previo de la comunidad de inteligencia predijo exactamente cómo se comportaría Trump; ningún análisis de ese tipo reconoció toda la escala y el alcance de la amenaza al Capitolio el 6 de enero.
  16. Cientos de agentes de policía del Capitolio y de la zona metropolitana de Washington DC desempeñaron sus funciones con valentía el 6 de enero, y Estados Unidos les debe una inmensa gratitud por su valor en la defensa del Congreso y de la Constitución. Sin su valentía, el 6 de enero habría sido mucho peor.
    Aunque algunos miembros de la dirección de la Policía del Capitolio consideraron que su enfoque de enero era el de “todos las manos a la obra”, la dirección de la Policía del Capitolio no disponía de medios suficientes para hacer frente a la multitud violenta y al margen de la ley. La dirección de la Policía del Capitolio no previó la magnitud de la violencia que se desencadenaría después de que Trump diera instrucciones a decenas de miles de sus partidarios en la multitud de la Elipse para que marcharan hacia el Capitolio, y después de que tuiteara contra Pence a las 14:24 horas. Aunque el jefe Steven Sund planteó la idea del apoyo de la Guardia Nacional, la dirección de la Policía del Capitolio no solicitó la asistencia de la Guardia antes del 6 de enero.
    La Policía Metropolitana adoptó un enfoque aún más proactivo el 6 de enero y desplegó a unos 800 agentes, que incluso respondieron a las llamadas de auxilio en el Capitolio. Aun así, los alborotadores consiguieron romper la línea en algunos lugares, cuando la multitud avanzó inmediatamente después del tuit de Trump de las 14:24 horas. El Departamento de Justicia preparó un grupo de agentes federales en Quantico y en el Distrito de Columbia, anticipando que el 6 de enero podría volverse violento, y luego desplegó a esos agentes una vez que quedó claro que la policía en el Capitolio estaba desbordada. También se desplegaron agentes del Departamento de Seguridad Nacional para ayudar.
  17. Trump tenía autoridad y responsabilidad para dirigir el despliegue de la Guardia Nacional en el Distrito de Columbia, pero nunca dio ninguna orden de desplegar la Guardia Nacional el 6 de enero ni ningún otro día. Tampoco dio instrucciones a ninguna agencia federal encargada de hacer cumplir la ley para que prestara asistencia. Dado que la autoridad para desplegar la Guardia Nacional había sido delegada en el Departamento de Defensa, el Secretario de Defensa podía desplegar la Guardia, y así lo hizo en última instancia. Aunque las pruebas identifican una probable falta de comunicación entre los miembros de la dirección civil del Departamento de Defensa que afectó al momento del despliegue, la comisión no ha encontrado pruebas de que el Departamento de Defensa retrasara intencionadamente el despliegue de la Guardia Nacional.

FUENTES

https://elpais.com/internacional/2022-01-05/un-ano-despues-del-asalto-al-capitolio-700-acusados-y-mas-de-70-condenas-de-carcel.html

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55564219

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55671725

https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/17-conclusiones-informe-final-comision-investiga-asalto-capitolio-eeuu_1_9818737.html

https://www.independentespanol.com/noticias/mundo/europa/puntos-clave-de-la-pesquisa-sobre-el-asalto-al-capitolio-b2253747.html?amp

https://www.newtral.es/que-es-qanon/20230104/?amp

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-59882704

https://cadenaser.com/nacional/2022/07/22/trump-siguio-el-asalto-al-capitolio-por-television-sin-hacer-nada-por-pararlo-cadena-ser/

https://elpais.com/internacional/2022-12-19/la-comision-del-asalto-al-capitolio-pide-procesar-a-trump-por-incitar-a-la-insurreccion.html

https://amp.elnuevoherald.com/noticias/estados-unidos/article270699402.html

https://es.euronews.com/tag/asalto-al-capitolio

https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-56004916

https://www.fbi.gov/wanted/capitol-violence

https://edition.cnn.com/specials/politics/january-6-insurrection

https://theconversation.com/es/topics/january-6-us-capitol-attack-128973

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55613105

https://edition.cnn.com/2021/11/05/politics/january-6-timeline-trump-coup/index.html

 

 

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