Con motivo de la reversión de Santa Sofía para ser mezquita,
he decidido escribir sobre el recorrido histórico y las características artísticas
del edificio.
Hoy ha tenido lugar el primer rezo musulmán en la antigua
basílica y mezquita. El gobierno islamista turco, presidido por Recep Tayyip Erdogan, anuló
este mes el estatus de museo del edificio, título que fue otorgado en el siglo XX.
El edificio ha sido catedral ortodoxa, catedral católica,
mezquita y museo.
La primera edificación en el lugar en el que hoy se
encuentra la actual mezquita fue la iglesia de la Sabiduría Divina de Cristo,
Santa Sofía, fundada en el año 360 por el emperador romano Constantino II, pero
esta sufrió un incendio en el año 404. Era una basílica con techumbre de madera
y, según lo escrito en el Chronicon Paschale (crónica del mundo cristiano del
siglo VII), el emperador hizo “muchas ofrendas, a saber, vasos de oro y plata
de grandes dimensiones y muchas cubiertas para el santo altar tejidas con oro y
piedras preciosas, y además varias cortinas doradas para las puertas de la
iglesia, y otras de tela de oro para las puertas exteriores”.
De la segunda Santa Sofía, consagrada en el año 405 por el
emperador romano Teodosio II, se conserva únicamente parte del pórtico (actualmente
en el jardín de la actual mezquita), tras quedar destruida por la insurrección Nika
en el 532. La revuelta popular que tuvo lugar en Constantinopla (actual
Estambul) en el año 532 fue motivado por las subidas de impuestos decretadas
por el emperador Justiniano I debido a la guerra constante en la frontera oriental del Imperio
y el conflicto entre las dos ramas del cristianismo del momento: ortodoxa y monofisita.
Los ortodoxos defendían la dualidad de la naturaleza de Jesucristo, divina y
humana sin separación. El monofisismo separaba dos naturalezas para el hijo de
Dios, pero la humana era absorbida por la divina. La fe profesada por el
emperador y su esposa era la ortodoxa. La gente de una posición social más
humilde era monofisita. El emperador organizó una carrera de caballos con el
objetivo de calmar el ambiente, sin embargo, al grito de Nika (victoria) todo el hipódromo
comenzó a abuchearle. El emperador huyó y eso enfureció aún más a la población.
Así comenzó una revuelta que quemó y destruyó edificios públicos, entre ellos la
iglesia de Santa Sofía.
Tras la revuelta, Justiniano I reconstruyó muchos de los
edificios públicos que habían sido destruidos. Comenzó la creación de la Santa
Sofía que conocemos hoy. La construcción únicamente duró 6 años, un logro
teniendo en cuenta que algunas catedrales góticas tomaron casi un siglo.
El
edificio fue consagrado el 26 de diciembre del 537. La iglesia es considerada
desde entonces símbolo del poderío bizantino, ya que encarna a la vez el ideal
imperial y el culto cristiano.
El espacio que ocupa en la ciudad, coronando una
colina, fomenta dicha admiración.
En el siglo VI, Constantinopla alcanzó su máximo esplendor.
En el siglo VI, Constantinopla alcanzó su máximo esplendor.
Los arquitectos escogidos fueron Antemio de
Tralles y Isidoro de Mileto. En la época era común que dos técnicos fueran los
encargados de las realizaciones monumentales. Uno, el teórico, ideaba el plan
sobre el que construir el edificio y, el otro, el técnico, sería quien daría
cuerpo a la idea.
Antemio fue elegido como el teórico, era un experto en geometría
descriptiva y, según el historiador bizantino Agatias, debía tener conocimientos
de pintura y escultura. Isidoro fue considerado el técnico, era el autor de una edición
comentada del segundo libro del físico, ingeniero, inventor, astrónomo y
matemático griego Arquímedes, dedicado a la esfera y al cilindro, y de un
comentario al tratado de abovedamiento del ingeniero y matemático helenístico
Herón de Alejandría.
Teniendo en cuenta los conocimientos de estos arquitectos,
las características constructivas de los elementos de la arquitectura de la basílica
y el periodo histórico en el que fue construida, se podría afirmar que fue la
última creación de la arquitectura antigua.
El diseño no tiene antecedentes. Está constituido por
elementos corrientes de la época y familiares desde el Bajo Imperio como son la
planta basilical y la rotonda que, combinados, dan fruto a un edificio nuevo
asentado sobre una cúpula. Se emplea un sistema de contrarresto mediante dos
semicúpulas dispuestas en el eje longitudinal del espacio, es decir, en el este
y oeste. Estas semicúpulas a su vez descansan sobre dos pequeños nichos
dispuestos en diagonal respecto al eje. Este sistema fue completamente original
ya que rechazaba tanto las filas de columnas que separaban las naves de la
basílica como las estructuras con deambulatorios concéntricos (espacio transitable
detrás del presbiterio y del altar que permite el acceso a las capillas
situadas en el ábside).
La cúpula tiene 31 metros de diámetro y se encuentra suspendida en el aire. Se ideó un
perfecto plan de cimentaciones y todos los elementos principales de apoyo
fueron construidos con piedra. La estructura exterior se hizo más delgada, pero
se utilizaron grandes bloques de piedra hasta una altura de 7 metros. Sobre los
pilares principales, de 44 metros de lado, se tendieron 4 grandes arcos. Sobre
los vértices de los arcos, y las 4 pechinas irregulares que los unen, se alzó la
cúpula principal formada por una concha gallonada por 40 nervios y 40 plementos
curvos, reforzada en el exterior mediante 40 nervaduras cortas colocadas a
estrechos intervalos que enmarcan pequeñas ventanas.
En el eje este-oeste se
adoptó el sistema anteriormente mencionado, diferente al que se tomó en el eje
norte-sur. En el eje trasversal se utilizó muros con tímpanos horadados que
coronan un juego de arcadas apoyadas en columnas en dos pisos. En el piso
inferior, 4 enormes fustes forman una especie de velo; en el piso superior, 6
columnas sostienen el tímpano. Detrás de estas columnatas se extienden dos
galerías superpuestas, cubiertas con bóvedas de aristas, en las que dos poderosos
pilares sirven para contrarrestar los empujes de la cúpula central.
A pesar del complejo plan establecido, durante la
construcción tuvieron algunos problemas que provocaron que la base de la cúpula
fuese más grande de lo que habían planeado. Sin embargo, la cúpula, construida
a base de ladrillos puestos de canto unidos con gruesos lechos de mortero, fue
terminada finalmente.
No obstante, una serie de terremotos que sacudieron la
ciudad entre 553 y 557 acabaron por derrumbarla en el año 558.
Por recomendación del arquitecto Isidoro el joven, los arcos
meridional y septentrional fueron ensanchados progresivamente por el intradós (superficie
inferior de un arco o bóveda) desde las impostas hasta la clave de modo que el
espacio central se aproximara más al cuadrado elevándose la cúpula, en el año
563, hasta los 56 metros de alto (desde los 51 originales).
Aunque fue necesario efectuar algunas reparaciones, por
ejemplo, en el 975 debido a un terremoto,
el diseño de Isidoro no se ha alterado notablemente.
El edificio se complementaría con un gran atrio al oeste que
daba paso a un exonártex y a un nártex alcanzando una superficie total de más
de 10 000 metros cuadrados.
El templo de Santa Sofía muestra características de la arquitectura bizantina: el exterior es austero, arco de medio punto y bóveda de cañón, la cúpula descansa en pechinas y la luminosidad se consigue gracias a la decoración con mosaicos.
Constantinopla llegó a ser una de las ciudades más importantes y ricas del mundo. Santa Sofía, sede del patriarca ortodoxo de la ciudad. En 1204, la cuarta cruzada invadió y saqueó la ciudad. Santa Sofía se convirtió en catedral católica.
Constantinopla llegó a ser una de las ciudades más importantes y ricas del mundo. Santa Sofía, sede del patriarca ortodoxo de la ciudad. En 1204, la cuarta cruzada invadió y saqueó la ciudad. Santa Sofía se convirtió en catedral católica.
En 1453, la caída de Constantinopla está considerada el
final de la Edad Media. El sultán Mehmet II del Imperio Otomano se propuso
tomar la ciudad. Las mujeres, niños, ancianos y enfermos se refugiaron en la
catedral. La ciudad fue bombardeada durante 53 días. El 29 de mayo de 1453 el
Imperio otomano se hizo con la ciudad, marcando el final del mundo bizantino. Es
este el momento en el que el nombre de la ciudad cambia para convertirse en Estambul
(en turco istanbul, que significa “en la ciudad” o “a la ciudad”; Constantinopla
era para los bizantinos i Polis: “la Ciudad”). La catedral de Santa Sofía se
convirtió en mezquita. Se agregaron minaretes en cada una de sus esquinas y, en
el interior, fueron erigidos paneles con el nombre de Ala, Mahoma y sus nietos.
La ornamentación cambió notablemente siendo cubiertos con yeso los símbolos
ortodoxos. El cambio más importante fue la construcción de un mihrab (que
indica el lugar al que los fieles musulmanes deben orar, la Meca). Fue la
mezquita principal de Estambul hasta la construcción de la Mezquita Azul en
1616.
El Imperio Otomano fue vencido en la Primera Guerra Mundial
y su territorio dividido entre los aliados victoriosos. De sus escombros surgió
el Estado moderno de Turquía proclamada república en 1923. El fundador y primer
presidente secular del país, Mustafá Kemal Atatürk, ordenó que Santa Sofía se
convirtiera en museo. En 1935, Santa Sofía es abierta al público como museo.
Fuentes:
Ventura, D. (2020). Santa Sofía: la ingeniosa arquitectura que le ha permitido a la estructura bizantina más importante mantenerse en pie tras 1.500 años de terremotos, asedios y conquistas. BBC News Mundo
ArteHistoria. Santa Sofía de Constantinopla
ArteHistoria. Contexto Santa Sofía
Glosario Mirabilia Ovetensia. "Deambulatorio".
Los disturbios de la Nika. Sergio Alejo
BBC News Mundo. La fascinante historia de Santa Sofía, el monumento que 15 siglos después de su construcción vuelve a enfrentar a Grecia y Turquía.
Fuentes:
Ventura, D. (2020). Santa Sofía: la ingeniosa arquitectura que le ha permitido a la estructura bizantina más importante mantenerse en pie tras 1.500 años de terremotos, asedios y conquistas. BBC News Mundo
ArteHistoria. Santa Sofía de Constantinopla
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Los disturbios de la Nika. Sergio Alejo
BBC News Mundo. La fascinante historia de Santa Sofía, el monumento que 15 siglos después de su construcción vuelve a enfrentar a Grecia y Turquía.
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