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Estos días se desarrolla un gran debate en redes sociales,
especialmente en twitter sobre la teoría queer como un pensamiento que
perjudica las ideas del feminismo o no.
Sin ánimo de posicionarme expondré las
claves para entender qué propone la teoría queer y el porqué de aquellas personas que la
rechazan.
Teoría Queer
La teoría queer pertenece a la tercera ola del feminismo, a
los posmodernismos y ciberfeminismos.
El postmodernismo alude a “lo que está después de lo
moderno”, el período histórico que comienza en los orígenes del capitalismo
moderno, tras la colonización de América en 1492. En esta época se reflexiona
sobre qué es un ser humano y qué derechos tiene. Se desarrollan ideas de
subjetividad, libertad individual…
El sujeto moderno otorgaba la máxima importancia al
apellido, a la familia a la que el sujeto pertenece. Es decir, concede un gran
peso en el desarrollo del sujeto a los lazos sociales que este desarrolla. En
la modernidad se cree que cada persona construye su propia identidad
interactuando con su contexto social. En la postmodernidad esa idea se
cuestiona y aparece una nueva: cada sujeto no es nada en esencia, sino que en
cada circunstancia se va construyendo. Surge la idea del sujeto frágil, la idea
constructiva de la identidad.
En este contexto, en los años 80, se inicia un profundo
debate sobre qué significa ser mujer. El sujeto deja de ser algo fijo e
inmutable para ser cuestionado. La teoría queer se ubica en esta corriente
antiesencialista sobre la noción del sujeto. Renuncian a una identificación
colectiva de “mujeres”.
Judith Butler es la pensadora de mayor influencia y la
considerada impulsora de la teoría Queer. Reconoce la subjetividad como un
proceso de performatividad, de actuación, un proceso en el que nada es estable
ni homogéneo. Ella propone cuestionar, deconstruir y desetabilizar el sujeto y,
por consiguiente, el género del sujeto.
Butler plantea la teoría de la performatividad del género. Concibe
el género como una construcción social, un rol que decidimos representar. El
género, para ella, es una repetición de una fantasía que la sociedad propone.
Es decir, el género es una construcción social que existe únicamente porque ciertas
personas actúan de acuerdo a los roles de género que la sociedad enseña. El
género se presenta como una construcción social, no como un aspecto biológico. Rechaza
que los genitales de una persona deban identificarla como “hombre” o “mujer”.
Queer proviene del término inglés que quiere decir extraño, anormal. El uso cotidiano del término era enfermo. A partir del siglo XIX, las disidencias de la heterosexualidad normativa se estudiaban en clave de enfermedad. Antes, en clave de pecado. Hacia finales del siglo XIX, el término comienza a cargarse de connotaciones sexuales para pasar a aludir a quienes no se ajustan a la norma de heterosexualidad.
La teoría queer cuestiona la heterosexualidad normativa a
través del texto inacabado de Foucault: Historia de la sexualidad, en el que el
autor estudia la función de la represión de los impulsos sexuales como elemento
relevante en la formación de las sociedades avanzadas.
Joan Rivière publicó un artículo titulado La femenidad como
mascarada (1929) en el que afirmaba que la sexualidad femenina se puede
articular de acuerdo a dos bases: homosexual o heterosexual, pero entre estas
dos categorías existen multitud de categorías. Así refiere a las mujeres que se
“masculinizan” o “feminizan” en determinadas situaciones. Se refiere a las
mujeres que adoptan cualidades calificadas como “masculinas” para abrirse paso,
por ejemplo, en un mundo profesional dominado por hombres. Por tanto,
reflexiona que la categoría de “género” puede ser “mascarada” (adoptada) por
las personas según les convenga.
Rossi Braidotti reflexiona sobre el cuerpo como nada más que
una herramienta para relacionarse con el mundo, pero no una esencia. Negando así la identificación del género con los genitales con los que una persona nace.
En 1990 se fundó en Nueva York el grupo Queer Nation cuyo
objetivo era luchar contra la homofobia y visibilizar a los gays y lesbianas,
pero siempre con el objetivo de disolver las fronteras y diferencias que genera
el género. La teoría queer trata de superar e invalidar la clasificación sexual
de las personas como forma de acabar con el sexismo y la homofobia.
Teresa de Lauretis y Judith Butler denuncian los medios de
masas como “tecnologías de género” ya que presentan y difunden ideas sobre qué
es ser mujer u hombre, fomentan unos roles de género que crean una dicotomía en
la sociedad.
Para saber más sobre la teoría queer:
- El género en disputa. Feminismo y subversión de la identidad de Judith Butler
- Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo de Judith Butler
- Tecnologías del género de Teresa de Lauretis
- Sujetos nómades: corporación y diferencia sexual en la teoría feminista contemporánea de Rosi Braidotti
- Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad de Gayle Rubin
- Pensando sexo de Gayle Rubin
Rechazo de la teoría queer
La teoría contraria a la teoría queer es la defendida por las TERF
(Trans-Exclusionary Radical Feminist, en español feministas radicales
trans-excluyentes), que no aceptan a las mujeres trans como mujeres
argumentando que la categoría biológica es lo que ocasiona las opresiones del
sistema patriarcal. Por tanto, las mujeres trans nacieron con privilegios masculinos. Por
tanto, rechazar la realidad de género sería negar la opresión que sufren
personas por todo el mundo por su género.
La principal crítica a la teoría queer viene motivada por esa
idea de que el rechazo de la categoría de género lleva a negar la opresión que
sufre las mujeres por el mero hecho de serlo. Sin embargo, no todas las
personas que rechazan la teoría se sienten identificadas con la teoría TERF.
Las personas que condenan la teoría queer rechazan la idea del género performativo de Judith Butler ya
que entienden que esta propone ser queer como la única vía de escape a las
“trampas” del género.
Deducen que Butler propone que para salir del guion de
“ser mujer”, debes adoptar un rol queer.
Además, critican el uso principal de las teorías de
pensadores varones y la manipulación de las escasas mujeres en las que apoyan su
pensamiento. Afirman que recuperan al varón como fundamento teórico del feminismo.
Asimismo, denuncian la teoría queer desde su aceptación y fomento de la pornografía, las prácticas sadomasoquistas y la
pedofilia, principalmente la antropóloga Gayle Rubin.
Apuntan que al mismo tiempo que la teoría cuestiona la categoría de mujer,
cuestiona la pertenencia a una clase social, la sexualidad y la etnia de
la persona ya que todo ello son actos performativos de la identidad inestable de cada
individuo. Por tanto, la teoría queer rechazaría la interseccionalidad que proponen los feminismos
postcoloniales, muy importante en el feminismo de hoy.
Desde un punto de vista marxista y feminista, también se critica
que la teoría queer propone un cambio individual, cada persona puede hacer su
propia revolución.
Para saber más sobre las críticas a la teoría queer:
- ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate entre marxismo y feminismo de Nancy Fraser y Judith Butler
- Los nuevos mitos del feminismo de Lidia Falcón (capítulo V)
- Unpacking Queer Politics de Sheila Jeffreys
- Colonialidad y género de María Lugones
- Teoría queer en el contexto español. Reflexiones desde el feminismo de Laura Posada Kubissa
- Una introducción al debate entre Nancy Fraser y Judith Butler de Montserrat Galceran Huguet
- Desmontando la teoría queer de Kalinda Marín
Fuentes:
Bernández Rodal, A. (2015). Mujeres en medio(s): propuestas
para analizar la comunicación masiva con perspectiva de género. España:
Fundamentos
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