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martes, 18 de abril de 2023

¿QUÉ SUCEDE EN SUDÁN?


SUDÁN

Capital: Jartum

Superficie: 1 886 068 km2 (más o menos 4 veces España) (3er país más grande de África)

Población: (2021) 45, 66 millones

Bandera:


Idiomas oficiales: árabe e inglés y cooficiales: lenguas indígenas

Forma de gobierno: gobierno provisional federal bajo una dictadura militar. Es decir, el presidente es jefe de Estado, jefe de Gobierno y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas al mismo tiempo. 

BREVE HISTORIA DE SUDÁN 

En 1956 se convirtió en un país independiente, tras una guerra civil entre el norte, con población árabe mayoritariamente, y el sur, de mayoría cristiana. 

La historia de Sudán está marcada por los golpes de Estado. 

El 1º tuvo lugar en 1958, por el que el coronel Yaafar al-Numeiry se hizo con el poder estatal en 1969. Sin embargo, su acercamiento al islam y la imposición de la ley islámica desató la segunda guerra civil sudanesa en 1983. 

En 1989, termina la guerra civil proclamándose presidente Omar al-Bashir e instaurando un Estado totalitario dirigido por el fundamentalismo islámico. 

A finales de 1990, Estados Unidos incorporó a Sudán en la lista de Estados terroristas con nexos con Bin Laden y Al-Qaeda.

En 2003 estalla el conocido como conflicto de Darfur, que durará hasta 2007. Al terminar el conflicto, la Corte Penal Internacional de La Haya emitió dos órdenes de detención contra Al-Bashir bajo la acusación de genocidio y limpieza étnica.

La lucha estalló por causa racial y étnica, principalmente entre los yanyauid, un grupo de milicianos formados por miembros de las tribus Baggara de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los grupos etnolingüísticos nilo-saharianos de no Baggaras y principalmente agricultores.

El 5 de mayo de 2006, el gobierno de Sudán firmó en Abuya, Nigeria, un acuerdo de paz. A pesar del acuerdo, continúan los combates en Darfur.

En 2011, Sudán del Sur se independiza. 

En 2019, tuvo lugar otro golpe militar por el que el Consejo Soberano de Sudán fue instaurado hasta que los ciudadanos fueran convocados a elecciones. No obstante, a causa de otro golpe de Estado en 2021, el gobierno fue disuelto el 25 de octubre. 

En 2021, el líder militar Abdelfatah al-Burhan y el general Mohamed Hamdan Daglo (conocido como 'Hemedti'), líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) depusieron al gobierno civil de transición mediante un golpe de Estado el 25 de octubre de 2021.

ABRIL DE 2023

A pesar de que el ex presidente del Consejo Militar de Transición de Sudán Abdelfatah al-Burhan y el líder de las FAR colaboraron para deponer el Gobierno de Abdalá Hamdok, las tensiones entre ambos aumentaron cuando fueron incapaces de acordar un proceso de reforma para integrar las fuerzas paramilitares en el ejército. Y, cuando las Fuerzas de Apoyo Rápido aumentaron su presencia en Jartum y en una base aérea en el norte del país, sin la aprobación del ejército, la violencia se desató.

No está claro quién hizo el primer disparo el sábado por la mañana.

Los combates abiertos se desencadenaron el sábado 15 de abril, cuando, según el Ejército, las FAR atacaron la residencia de Al Burhan y la comandancia general del Ejército, donde se tenía que llevar a cabo una reunión para aliviar la tensión.

A continuación, el Consejo Soberano declaró a las FAR como fuerza rebelde y se puso como objetivo su disolución.

En el momento de escritura de este artículo, al menos 61 civiles han muerto y al parecer decenas de combatientes han fallecido, según el Sindicato de Médicos de Sudán. Además, el grupo reportó 670 heridos entre civiles y combatientes.



Aviones de combate del Ejército sudanés comenzaron a bombardear a primera hora del domingo las posiciones de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el segundo día de combates en la capital del país, Jartum.

Las ciudades más próximas a Jartum, como su ciudad-hermana Omdurman y Bahri (también conocida como Jartum Norte), están siendo escenario de bombardeos y cruces de artillería ligera y pesada, como también ocurre en ciudades de Kasala y Gadarif, en la frontera con Eritrea, y en Puerto Sudán, en el noreste.

Ambos bandos también han confirmado hostilidades en la ciudad de Damazin, en el sur del país, donde los militares habrían destruido 35 vehículos de las RSF, mientras que el gobernador de Darfur del Norte, una enorme región que abarca una amplia porción de la doble frontera con Chad y Libia, también ha avisado de enfrentamientos.

También se ha sabido de la muerte de tres miembros del personal local de Naciones Unidas en la ciudad de El Fasher, en Darfur Oeste, víctimas de los combates entre Ejército y paramilitares en una base militar de la zona, según detalla un informe interno de la ONU recogido por la agencia Bloomberg.

FUERZAS DE APOYO RÁPIDO (FAR) vs EJÉRCITO SUDANÉS

Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) son una fuerza paramilitar creada por el expresidente islamista Omar al Bashir. Dependen de la Inteligencia sudanesa. Han sido acusadas de cometer matanzas y violaciones en el conflicto de Darfur.

Nacieron de las milicias janjaweed, utilizadas por el gobierno de Al Bashir para reprimir la rebelión de Darfur en 2003-2008.

En 2013, Hemedti se convierte en su líder, quien, tras el golpe de Estado de 2021, es vicepresidente del Consejo Soberano y el nº2 del Ejército sudanés. 

En 2017, Al Bashir legalizó la milicia como una fuerza paramilitar, pese al recelo del Ejército, y las FAR han participado incluso en el contingente sudanés enviado para apoyar a Arabia Saudí en la guerra de Yemen.

Hoy, las FAR, según algunos análisis podría tener 100.000 miembros.

El ejército Sudanés dirigido por el presidente del Consejo Soberano, Abdelfatah al Burhan.

Según estimaciones de la web Global Firepower, puede movilizar a unos 205.000 soldados.

Los factores que han propiciado las tensiones entre las dos facciones han sido, especialmente: 

  1. Los militares se oponían a colaborar con la Corte Penal Internacional para juzgar a Al Bashir por los crímenes de guerra cometidos en el conflicto de la región de Darfur en 2003-2008. 
  2. Los civiles exigían responsabilidades por las muertes de manifestantes pro-democracia.

"Los dos ejércitos, el regular y las FAR, tienen muchos recursos y privilegios, y la integración de los paramilitares suscitaba el miedo de perder esos privilegios", explicaba Jorge Naranjo, misionero comboniano español afincado en Jartum, al Canal 24 Horas de TVE. 

El ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido controlan o tienen participaciones en cientos de empresas activas en sectores tan diversos como el oro, las armas, la construcción, la banca, las telecomunicaciones, las importaciones, el turismo y los electrodomésticos.

Las Fuerzas Armadas usan, sobre todo, una red compleja y opaca de brazos de inversión vinculados a organizaciones nominalmente benéficas a través de las que controlan, por ejemplo, el mayor banco de Sudán. Sin embargo, el paramilitar Dagalo confía más bien en su entorno cercano, particularmente en sus hermanos, para gestionar su imperio económico.

POSICIÓN DE LAS POTENCIAS INTERNACIONALES

Varios países y organizaciones internacionales, incluyendo EE.UU. China, Rusia, Egipto, Arabia Saudí, la ONU, la UE y la Unión Africana, han pedido el cese inmediato de las hostilidades.

Los países de la Liga Árabe, preocupados por que una escalada en Sudán pueda desestabilizar la región, celebraron una reunión urgente a petición de Egipto y Arabia Saudí. Los vecinos Egipto y Sudán del Sur se han ofrecido a mediar.

Sudán interesa ya que comparte frontera con 6 países y rodea el río Nilo.

Al norte, Egipto. Al sureste, con la región Tigray de Etiopía que ha protagonizado un conflicto importante en los últimos años. Este conflicto, involucró a un vecino de Sudán: Eritrea. 

La región Darfur, que hace frontera con Chad, provoca que la geopolítica de estos países esté interrelacionada. Una situación similar se da con Libia al noroeste.  

Al sur, hace frontera con Sudán del Sur que se independizó del país en 2011 llevándose consigo la mayor parte de los yacimientos petrolíferos de la región. Esto provoca que el oro y la agricultura sean las principales fuentes de riqueza del país, por las que los militares están ahora enfrentándose. 

Los militares han invitado a los países del Golfo a invertir en la agricultura del país. Mientras que el grupo ruso Wagner está acusado de contrabando de oro fuera de Sudán. Moscú está interesado en la salida al Mar Rojo que tiene el puerto de Sudán.

FUENTES

https://www.france24.com/es/programas/historia/20211030-historia-sudan-golpe-estado-guerra

https://www.abc.es/internacional/paramilitares-sudan-anuncian-toma-palacio-presidencial-aeropuerto-20230415140313-nt.html#vtm_modulosEngag=lomas:internacional:noticia:1

https://www.rtve.es/noticias/20230417/sudan-enfrentamientos-conflicto-ejercito-far-claves/2439022.shtml

https://elpais.com/internacional/2023-04-17/que-esta-pasando-en-sudan-el-conflicto-en-10-claves.html

https://www.publico.es/internacional/sucede-sudan-claves-entender-conflicto-ejercito-paramilitares.html

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-65292705

https://www.bbc.com/news/world-africa-65338247 

https://www.lasexta.com/noticias/internacional/drama-persiste-sudan-cientos-muertos-mas-1200-heridos-inicio-conflicto-armado_202304206440e63b7adfa80001c2d7cb.html 


 

 

 

 


jueves, 28 de julio de 2022

DISPUTAS TERRITORIALES ENTRE CHINA Y SUS VECINOS EN EL MAR DE CHINA MERIDIONAL

 1.              INTRODUCCIÓN

El Mar de China Oriental, en chino Donghai 东海 (literalmente “Mar del Este”), abarca una superficie de unos 752 mil km2, desde el Estrecho de Taiwán hasta la península coreana. Es decir, rodeado y delimitado por China, Japón y Corea (Lalinde, 2017). En dicho mar hay enormes recursos energéticos y pesqueros, así como es el nexo entre el archipiélago nipón y el Mar de China Meridional que lo une con Europa, Oriente Medio y África.

El espacio estratégico de Asia del Este no es homogéneo; tampoco es un espacio aislado, ya que se ve afectado por los escenarios limítrofes de riesgo como Asia Central y Oriente Medio, donde existen múltiples conflictos, y Asia Meridional, donde persiste la tensión entre Pakistán y la India. En Asia Oriental continúa una competición regional entre China, la Federación Rusa y Japón por la jerarquía regional y global, además de disputas interestatales, por ejemplo, entre China y Taiwán (Arteaga, 2009).

Este escenario, en el que vive el 24% de la población mundial y genera el 21% del PIB global, se mantiene en tensión constante, enfatizado por la ausencia de estructuras permanentes de cooperación, salvo las organizadas ad hoc para la desnuclearización de Corea del Norte, las conversaciones entre China, Estados Unidos, Rusia, Corea del Norte, Corea del Sur y Japón o las cumbres periódicas tripartitas entre China, Cora del Sur y Japón. Esta falta de instituciones que velen por la seguridad colectiva hace que los avances sean lentos y aislados, caso por caso. La falta de confianza y la abundancia de prejuicios, agravios y reivindicaciones históricas dificulta la cooperación regional (Arteaga, 2009).

El caso de Japón y China, sin embargo, comparte varios factores de tensión. De acuerdo con Kim (2012) los enfrentamientos de estos dos países en el Mar de China Oriental son lo que se llama “disputas mixtas” ya que las disputas se interrelacionan: la delimitación marítima, la propiedad de las islas, la explotación de los recursos energéticos y pesqueros…

Desde los años 90, se preveía un posible enfrentamiento entre Japón y China por la hegemonía sobre Asia. El desarrollo de ambas economías las ha convertido de complementarias en competitivas con niveles de producción y consumo muy similares (Endara, 2012). Además, de la competitividad económica, les enfrenta una enemistad histórica y una división ideológica.

Los conflictos territoriales marítimos en la periferia china se han convertido en la última década en una de las principales fuentes de inestabilidad en Asia oriental (Delage, 2018: 25). La historia ha dejado numerosas reclamaciones territoriales sin resolver en distintos espacios marítimos de Asia. Disputas que complican las relaciones entre Estados, pero que no plantean un riesgo de enfrentamiento armado (Delage, 2018).

Las disputas entre Japón y China en el mar de la China Oriental giran en torno a la soberanía de las islas Diaoyu/ Senkaku y la delimitación de la frontera marítima. Controversias que, para muchos, están interconectadas (Drifte, 2008).

2.              ISLAS SENKAKU/ DIAOYU

Las islas Senkaku (尖閣 en japonés) / Diaoyu (钓鱼en chino mandarín) son un conjunto de grupo de 5 islas y 3 formaciones rocosas adyacentes al archipiélago de las Ryukyus deshabitadas que comprenden una superficie de 6,3 km2 . Están ubicadas al extremo occidental de Japón en el borde de la plataforma continental asiática en el mar de la China Oriental, a 200 kilómetros del noreste de Taiwán y a 300 kilómetros de la isla japonesa de Okinawa (Endara, 2012).

Imagen 1: Mapa del mar de China Oriental

 Fuente: Delage, 2018: 31

2.1.                Antecedentes históricos

Los primeros registros de las islas datan de 1531 cuando viajeros chinos, en nombre de la dinastía Ming, registraron esas islas como puntos referenciales de ruta de navegación. En 1700, un mapa japonés las dibuja como parte del territorio de China. En 1879, cuando Japón se anexionó el reino de Ryukyu como consecuencia de su política expansionista, el país nipón tomó posesión de Taiwán y sus islas adyacentes entre las que se incluyeron las islas Diaoyu. En 1896, se las entrega a uno de sus súbditos, el industrial Tatsushiro Koga, para que desarrolle la industria pesquera de la región. En 1951, mediante el Tratado de San Francisco, las islas japonesas Nansei pasaron a ser administradas por Estados Unidos. En 1953, por un hecho arbitrario estadounidense, se amplió la zona de administración norteamericana a las islas Senkaku. En 1971, con la suscripción del Acuerdo de Reversión de Okinawa, se devuelven las islas Nansei y las islas Senkaku a Japón. Ese mismo año, la República China-Taiwán ratifica la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1958 y reclama las islas como parte de su territorio. Igualmente, la República Popular China presenta oficialmente su reclamo sobre las islas (Endara, 2012).

Un Comité de Coordinación de la Prospección Conjunta de Recursos Minerales en Áreas Marinas de Asia (CCOP en inglés), bajo una Comisión de las Naciones Unidas, realizó un estudio geofísico en 1968 que determinó, en mayo de 1969, que la zona podría ser extremadamente rica en reservas de petróleo (Drifte, 2008). De acuerdo con la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, la reserva de petróleo podría alcanzar los 100 mil millones de barriles (Endara, 2012).

En 1978, Japón y China firman un Tratado de paz y amistad motivado por la amenaza de la Unión Soviética, el atractivo del mercado chino para Japón y el deseo chino de atraer inversiones y tecnología japonesas para su modernización económica (Delage, 2018).

El primer acontecimiento que revuelve esta relación se produjo en 2003 cuando Japón detectó un buque chino, que se intensificó con las incursiones de un submarino chino cerca de las islas en 2004. Las relaciones entre los dos países quedaron suspendidas hasta que el primer ministro japonés Junichiro Koizumi abandonó el gobierno en 2006 (Delage, 2018).

Tras un acuerdo entre Abe y Hu en octubre de 2006, los líderes llegaron a un acuerdo para “hacer del mar de China Oriental un mar de paz, cooperación y amistad” y pusieron una fecha límite en otoño de 2007 para entregar un plan de desarrollo conjunto. El 18 de junio de 2008, se anunció un acuerdo de cooperación. Sin embargo, este acuerdo no añade ningún progreso considerable a la delimitación de la frontera marítima en el Mar de la China Oriental y es solo un acuerdo en principios ya que para que la segunda y tercera parte sean efectivas exige de unas negociaciones más difíciles (Drifte, 2008). Asimismo, no está clara la naturaleza legal y vinculante del contenido del consenso (Kim, 2012).

El 7 de septiembre de 2010 tuvo lugar el evento más peligroso. Un barco de pesca chino fue descubierto en aguas territoriales japonesas cerca de las islas. Su capitán rechazó la inspección solicitada y, al intentar huir, colisionó contra dos buques patrulla de los guardacostas japoneses. Su detención ocasionó una crisis diplomática. En diversas ciudades chinas hubo protestas antijaponesas (Delage, 2018). El gobierno japonés decidió tratar el asunto de acuerdo con su ley doméstica y procesar al capitán chino por el crimen de obstruir la labor de la guardia costera japonesa. El ministro de Asuntos Exteriores chino llamó al embajador japonés y exigió la libertad para el capitán y su tripulación. China detuvo a 4 ciudadanos japoneses por haber entrado en área militar restringida cuando fueron enviados por Japón para recuperar armas químicas de la armada imperial japonesa de la segunda guerra mundial. El gobierno chino suspendió las negociaciones sobre el Mar de la China Oriental. Además, el New York Times reportó la reducción de las exportaciones chinas de materias primas a Japón; Japón depende en un 82% de las materias primas chinas. Japón entregó al capitán y su tripulación a las autoridades chinas. La portavoz china del ministerio de Asuntos Exteriores pidió compensación y una disculpa a Japón. El primer ministro de Japón rechazó esa petición y el secretario jefe de Gabinete sugirió que era China quien debía compensar a Japón. China liberó a los ciudadanos japoneses arrestados (Smith, 2012).

En 2012, la situación volvió a empeorar cuando el gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, declaró su intención de comprar tres de las islas Senkaku, propiedad de una familia japonesa en el momento. Para evitar mayores problemas, el gobierno decidió nacionalizar las islas; pero esto no provocó el efecto deseado ya que se repitieron manifestaciones antijaponesas en China, se boicotearon productos japoneses y se desplegaron patrullas navales y aéreas chinas. En 2013, una fragata china apuntó contra un destructor japonés y China declaró una Zona de Identificación Aérea que cubre el espacio aéreo sobre las islas Diaoyu (Delage, 2018).

2.2.                Posición de la República Popular de China  

Una de los principales cambios que ha fomentado el desarrollo económico de China ha sido su apertura al exterior. Desde inicios de los años 90, los líderes chinos han cultivado dos fuentes de legitimidad para reforzar su popularidad. El problema es que estas líneas de actuación son algo contradictorias. Por un lado, el desarrollo económico de China depende de un orden internacional pacífico. Por otro lado, un creciente nacionalismo social (Rodríguez, 2016).

Las acciones chinas en el Mar de China Oriental y en el Mar de China Meridional desde 2009-2010 reflejan un giro estratégico que responde a 3 factores interrelacionados (Delage, 2018):

Ø  Factores de carácter históricos. La convicción de que los espacios marítimos que reclama le pertenecen y que ejercer su dominio sobre ellos supondrá la superación del “siglo de humillación” que sufrió a manos de Occidente y Japón;

Ø  Factores económicos. Estos mares son fundamentales para su desarrollo económico ya que tiene una gran dependencia exterior de recursos energéticos, además de que el 60% de sus compras las recibe por vía marítima desde Oriente Próximo y África;

Ø  Factores estratégicos. Además del interés por mantener las líneas de comunicación marítimas, necesita proteger su territorio y mitigar su vulnerabilidad frente a Estados Unidos y aliados.

Una de las estrategias más importantes de la acción exterior de la República Popular de China es la que se conoce como “doctrina de la cadena de islas”. Las islas Senkaku/ Diaoyu forman parte de la primera cadena.

China se vale de argumentos históricos y jurídicos para reclamar su soberanía sobre las islas Senkaku/ Diaoyu (Endara, 2012):

ü    Los viajeros chinos fueron los primeros en descubrir y nombrar las islas;

ü    Las islas fueron utilizadas por pescadores chinos a lo largo de la historia;

ü    En el inicio de la dinastía Ming (1368 – 1644) fueron incluidas en la jurisdicción naval de China;

ü    Son territorios adyacentes de Taiwán, que consideran que les pertenece;

ü    La depresión de Okinawa las separa de las islas de Rkukyu, así como la corriente marina de Kuroshio las hace de difícil acceso para las embarcaciones provenientes de Japón;

ü    Ningún documento histórico japoneses ha afirmado la soberanía japonesa sobre esas islas;

ü    Los mapas de las grandes potencias occidentales del siglo XIX asimilaban las islas al territorio chino;

ü    Al haberse anexionado Japón las islas durante la guerra de 1894-95, estas le deben ser devueltas de conformidad con la Declaración de El Cairo de 1943 que despojó de los territorios que ocupó durante el conflicto. Además, en 1945, cuando Japón aceptó la Declaración de Potsdam aceptó: Los términos de la Declaración de El Cairo serán respetados y la soberanía japonesa se limitará a las islas de Honshu, Hokkaido, Kyushu, Shikoku y las islas menores que se determinen (Delage, 2018: 30).

 

2.3.                Posición de Japón

Japón ha mantenido la posesión de las islas desde 1895 y las administra como parte de las islas Nansei Shoto que constituyen territorio japonés y están bajo control legítimo del Gobierno (Endara, 2012).

Japón afirma que las islas eran terra nullies cuando fueron ocupadas en 1895. Además, afirma que no están sujetas a la Declaración de El Cairo porque el Tratado de Shimonoseki, que puso fin a la guerra sino-japonesa en 1895, no las menciona específicamente (Delage, 2018).

Japón acusa a China de tener interés por las islas solo a partir de que se descubren recursos de petróleo y gas en la zona (Endara, 2012).

Japón no reconoce oficialmente ningún conflicto de soberanía territorial en torno a estas islas. Asegura que varios documentos chinos han reconocido la soberanía de Japón sobre las islas (Endara, 2012):

-     Se describen las “Islas Senkaku” como parte del Distrito Yaeyama, Prefectura de Okinawa, Imperio del Japón en una carta de agradecimiento fechada en 1920, enviada por el Cónsul de la República Popular China en Nagasaki;

-     artículo del Diario del Pueblo, fechado 8 de enero de 1953, realizaba una aclaración mediante la cual informaba que las islas Ryukyu consisten en 7 grupos de islas, en las cuales se incluyen a las islas Senkaku / Diaoyu;

-     el Nuevo Atlas de la República de China, publicado en China en 1933 como el Atlas Mundial en 1960, presenta a las islas Senkaku / Diaoyu como parte del territorio del Japón.

 

2.4.                Disputa territorial

De acuerdo con Dimitrijevic (2011) las diferencias entre China y Japón por el mar de China Oriental radican principalmente en 3:

1.     Sobre el reclamo de la plataforma continental, China se basa en el criterio de la prolongación natural mientras que Japón defiende el criterio de la línea equidistante.

2.     Sobre el principio de delimitación, Japón prefiere la línea mediana mientras que China defiende el principio equitativo. China defiende que las islas son pequeñas y deshabitadas, por lo que no pueden formar una zona económica exclusiva. Japón defiende que las islas pueden generar zonas marítimas y ser reclamadas como zonas económicas exclusivas (Kim, 2012). El problema de delimitación es más complejo aún si añadimos los reclamos de Corea del Sur (Drifte, 2008).

3.     En cuanto a la cuestión de si los 2 Estados pertenecen a la misma plataforma continental, China supone que, desde el punto de vista geográfico, topográfico, geomorfológico y geológico, la depresión de Okinawa lo separa del Ryukyu japonés. Japón afirma que la plataforma continental de 200 millas naúticas no se ve afectado por esto.

Mientras ambas partes no se pongan de acuerdo sobre una frontera, para China el área en disputa se encuentra entre la línea mediana propuesta por Japón y el canal de Okinawa y para Japón es el área superpuesta de la zona económica exclusiva de 200 millas náuticas (Dimitrijevic, 2011).


3.              CONCLUSIONES

La interdependencia económica entre China y Japón casi se triplicó entre 1997 y 2006, esto era un incentivo para evitar conflictos. El consenso logrado en 2008 es un gran logro, pero presenta numerosos desafíos por delante (Kim, 2012). Sin embargo, los últimos acontecimientos en 2010 en torno a las islas Senkaku/ Diaoyu han empeorado sus relaciones. Ninguno de los países está dispuesto a renunciar a sus aspiraciones en las islas. Además, el rearme naval chino ha motivado a otros países de la zona a hacer lo mismo, entre ellos Japón y Corea del Sur.

China promueve relaciones con los países que le rodean con el objetivo de alejarles de Estados Unidos. Preside la Conferencia sobre Interacción y Construcción de medidas de confianza en Asia (CICA), con el objetivo de construir en Asia una arquitectura de seguridad asiática, dirigida por asiáticos (Blanco, 2014: 5). Esta Conferencia cuenta con 20 países miembros de Asia Oriental, Asia Central, el Sureste Asiático, Asia del Sur y Oriente Medio. Para entender la actuación de China es importante tener en cuenta el ascenso pacífico y su adherencia a los cinco principios de coexistencia pacífica y el principio de no interferencia (Blanco, 2014).

En cuanto a la acción exterior de Japón, no debemos olvidar que el país nipón sigue sujeto a la limitación de utilizar la fuerza militar de forma ofensiva impuesta con el final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque han ido creando hechos consumados en el borde de la legalidad y el apoyo social, la normalización del uso militar para su acción exterior parece que todavía está lejos.

A pesar de la retórica sobre la amenaza china, a Pekín le interesa un entorno estable que no afecte al crecimiento económico del país.

 

4.             REFERENCIAS

Arteaga, F. (2009). El rol de Japón en la seguridad de Asia Oriental. Anuario Asia-Pacífico. Disponible en: http://www.anuarioasiapacifico.es/pdf/2008/politica5.pdf [Consultado el 19 de julio de 2022]

Blanco Torres, C. (2014). Las relaciones de China en Asia Oriental y su definición en el contexto internacional, motores de cambios globales. Documento de opinión IEEE.es, nº104. Disponible en: https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2014/DIEEEO104-2014_China_en_asia_Oriental_CarlosBlanco.pdf [Consultado el 19 de julio de 2022]

Delage Carretero, F. (2018). Disputas marítimas en Asia Oriental: la expansión estratégica de la República Popular China. Mares violentos, pp. 23 – 48. Disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Fernando-Delage/publication/320628719_Disputas_maritimas_en_Asia_oriental_La_expansion_estrategica_de_la_Republica_Popular_China/links/5aca4e224585151e80a91b01/Disputas-maritimas-en-Asia-oriental-La-expansion-estrategica-de-la-Republica-Popular-China.pdf [Consultado el 20 de julio de 2022]

Dimitrijevic, D. (2011). International Law Regulation of Territorial Dispute in the East China Sea Between Japan and China. The Review of International Affairs, vol. 62, nº 1144, pp. 68 – 77. Disponible en: http://repozitorijum.diplomacy.bg.ac.rs/500/1/RIA-1144_2011-70-79.pdf [Consultado el 20 de julio de 2022]

Drifte, R. (2008). From ‘Sea of Confrontation’ to ‘Sea of Peace, Cooperation and Friendship’? – Japan facing China in the East China Sea. Japan Aktuell, nº 3, pp. 27 – 51. Disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Reinhard-Drifte/publication/227439415_From_'Sea_of_Confrontation'_to_'Sea_of_Peace_Cooperation_and_Friendship'_-_Japan_Facing_China_in_the_East_China_Sea/links/57a6eafc08aefe6167b77f7d/From-Sea-of-Confrontation-to-Sea-of-Peace-Cooperation-and-Friendship-Japan-Facing-China-in-the-East-China-Sea.pdf [Consultado el 20 de julio de 2022]

Endara Muñoz, G. (2012). Disputa territorial entre la República Popular China y Japón: Las Islas Senkaku o Diaoyu. Disponible en: https://mail.afese.com/img/revistas/revista59/chinajapon.pdf [Consultado el 19 de julio de 2022]

Jianjun, G. (2009). A Note on the 2008 Cooperation Consensus Between China and Japan in the East China Sea. Ocean Development & International Law, 40, nº3, pp. 291 – 303. Disponible en: https://heinonline.org/hol-cgi-bin/get_pdf.cgi?handle=hein.journals/ocdev40&section=24&casa_token=fakRpY_fKRgAAAAA:H- A_rjVeptcBc54v19ZXXoqtakLlMpcRqjWgQRjUlBVUgO9bpLLeztJVRhkXnjIFOR3WD27m [Consultado el 19 de julio de 2022]

Kim, S. K. (2012). China and Japan Maritime Disputes in the East China Sea: A Note on Recent Developments. Ocean Development and International Law, 43, nº3, pp. 296 – 308. Disponible en: https://heinonline.org/HOL/Page?handle=hein.journals/ocdev43&div=23&g_sent=1&casa_token=kkR4ukRffuQAAAAA:L6hnDd2YKD30yEsn8DYUWvm8JfXA8hOxvLbdr07GM2RDpcq_g9GheKw0Q9A3JytH9IfWfDSA&collection=journals [Consultado el 19 de julio de 2022]

Lalinde, L.M. (2017). China y la importancia geopolítica de dominar el mar circundante. VIII Simposio electrónico internacional sobre política china. Disponible en: https://politica-china.org/wp-content/plugins/download-attachments/includes/download.php?id=1061 [Consultado el 19 de julio de 2022]

Rodríguez, M.E. (2016). La evolución de la política exterior china. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política, Humanidades y Relaciones Internacionales, vol. 18, nº 35, pp. 301 – 318. Disponible en: https://revistascientificas.us.es/index.php/araucaria/article/view/2677/2250 [Consultado el 19 de julio de 2022]

Smith, S.A. (2012). Japan and the East China Sea Dispute. Orbis, vol. 56, nº3, pp. 370 – 390. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0030438712000324 [Consultado el 20 de julio de 2022]